He pasado la noche contigo, velando tu sueño,
mis labios rozando tu cuello, mis manos tu cabello.
He pasado la noche contigo, enredada en tu cuerpo.
He dejado mi aroma en tu piel cubriéndola de besos.
He sentido el calor de tu espalda en mi pecho,
de tu trasero en mi sexo, de tus piernas en mis piernas.
Te he mojado de lágrimas rotas, te he secado con besos.
Era tanta mi tristeza, era tanto mi deseo…
He pasado la noche contigo, velando tus sueños.
El dolor de la culpa me arañaba por dentro.
Tan solo el silencio me oía decirte ¡lo siento!
Solo el silencio me oía decirte ¡te quiero!
Ni una palabra más… solo lamentos.
Mi corazón quería salirse del pecho.
Cuanto dolor sentí mientras velaba tu sueño,
cuánto amor respiraban mis poros,
cuánto cariño al notar el calor de tu cuerpo.
Me marché al despuntar el alba, cuando apenas abrías los
ojos.
No quería causarte dolor. ¡Solo vine a velarte los sueños!